¿Niñ@s? No, gracias.

Mi nombre es Alejandra Rivera-Santiago, tengo 27 años (ahora todo el mundo lo sabe!), tengo un nuevo trabajo desde hace dos semanas, vivo en la casa de mi mamá junto con mis hermanas, comienzo la maestría en enero de 2015, no tengo novio y no quiero tener hijos.

Desde pequeña había soñado con que, en algún momento de mi vida quería tener solo una hija. Una hija a la que llamaría Gabryellah Alejandra.  En algún momento dado, busqué 'sets' de coches, Mamamama me guardó vestidos que ella misma hizo, veía todas las cositas de niña y pensaba en que algún día la tendría.  Pero ya lo he pensado bien y no, no quiero tener hijos.

El día 9 de mayo de 2014, fui a la defensa de tesis de la Dra. Jennifer Cuevas, una de mis profesoras durante el bachillerato.  Su tema fue, en resumen, sobre las mujeres que deciden renunciar a la maternidad.  Un término que, como tal, no había escuchado.  Obvio, conozco de mujeres que no tienen hijos, pero no sabía que había un término en si.  Una defensa interesantísima de las razones por las que algunas mujeres deciden no traer hijos al mundo.  (Y aunque son pocas las que optan por esta decisión, MUCHAS mujeres deberían conocer sus limitaciones y hacer lo mismo, pero bueno, ya eso es otra tema para escribir.)

En mis redes sociales tengo varios conocidos esperando bebés, conocidos con uno, dos, tres, cuatro y hasta cinco o seis hijos.  ¡Muy fuerte!  Todos esperan a sus hijos con alegría, pensando que cuando nazcan recibirán un peluche que se quedará estático y no les cambiará la vida.  Muchos si saben a lo que se enfrentan, otros odian el proceso del embarazo y después actúan como si la cigüeña les hubiera dejado el bebé aparcado en el garaje, otros se quejan y se quejan porque están drenados y no pueden dormir, muchos hacen hincapié en que el niño se porta mal y no saben cómo rayos corregirlo.  Por otra parte, muchas madres pintan la maternidad como un estado de total espiritualidad en el que "no pasa nada, eres mujer, naciste para parir y criar" mientras que el mundo se les viene abajo.  He estado en el ojo del huracán, viendo padres criar hijos muy de cerca y sé que es bello pero cansón, seamos realistas, esa es la verdad.  He cuidado niños, vamos, me gustan, bastante, puedo cuidar los de los demás sin problema alguno.  Soy cariñosa y me gusta apapacharlos.  Pero muchas veces el problema son los padres y no los niños.

Ahora, a donde quiera que salgo, parece que el último grito de la moda son los niños berrinchudos y altaneros, los niños que hacen pataletas y rabietas, y así consiguen todo lo que quieren.  Mujeres que se llenan de hijos para recibir todas las ayudas de gobierno habidas y por haber, hijos que después no saben ni qué carambas hacer con ellos.  Claro, de la misma manera veo madres dedicadas a sus hijos, madres que se deleitan en sus maternidades, madres trabajadoras y luchadoras, pero esas son las pocas.  Seamos realistas.

Hace unas semanas, estaba en una fila de unas 15 personas, de esas 15 personas cinco eran niños, de esos cinco niños, cuatro estaban montados en tribuna llorando y sus madres todas mirando para lejos sin hacerles caso, el quinto niño estaba en el vientre de su madre.  Ese día, allí mismo, le dije a mami: "¿Tú estás bien sin nietos?" su contestación fue: "Si, por ahora si." y la mía fue inmediata: "¡Qué bueno, por que ya no quiero tener hijos!"  Y dirán: "todos los niños lloran", ciertamente, pero ese día, en ese mismo momento entendí que eso no es lo que quiero para mi vida.

Todos los días escucho padres decir que tener hijos es el orgullo más grande, los ves por ahí con los pechos "infla'os", claro, si tiene 9 meses y ya te dijo papá, seguro que es un orgullo, pero cuando llega a los dos años el orgullo sale volando por el 'sliding door' de la casa cuando el muchachito se pega con un tenedor a un enchufe.  ¿Sientes orgullo ahora?

Hace unos días leí un artículo que hablaba sobre las cosas que escuchan las mujeres cuando no tienen hijos.  Me dio mucha gracia porque las he escuchado anteriormente por el simple hecho de que muchas de mis compañeras de escuela ya son madres, entonces entras en este dime y direte de: "apúrate mija que ya estás vieja" o "lo mejor del mundo es tener hijos joven"...  Pero como no soy rica, tener hijos joven no es una opción.

Cada cual tiene una lista de planes para su vida, pues bueno, yo tengo la mía y hace unas semanas le añadí: "no tener hijos".  Quiero estudiar mucho, viajar mucho, leer mucho, tener mucha paz, tener tiempos a solas, quiero salir con mis amigos y con mi familia, no quiero tener que buscar una niñera para poder salir con mi pareja, no quiero detenerme porque "el niño está muy chiquito para viajar" o tener tantos hijos que no pueda llevarlos ni a comer mantecado.  Conozco mis limitaciones y esa es una de las cosas que más atesoro de mi personalidad.  No me limita el saber que conozco hasta dónde puedo llegar.  Al contario, entiendo en todo momento qué me favorece y qué no me conviene.

A lo mejor no seré madre, y eso no me hará menos mujer, pero seré hija, hermana, prima, esposa, tía, madrina, tía postiza, y así estaré bien.  Yo no quiero ser de las que tienen hijos y luego prefieren llevar su vida como si ellos no existieran.  No quiero tener que darle largas a alguno de mis sueños porque "perjudique al niño".  No quiero hacer a un niño pasar por necesidades innecesarias, no quiero tener hijos para luego hacerlos pasar por un proceso de divorcio o custodia, no quiero tener hijos para que luego no tengan una relación sana con alguno de sus padres o con algún familiar.  Me niego.  Yo sé que yo haría las cosas bien pero no sé cómo las harán los demás.

¿Qué sería una buena madre? Quién sabe, seguramente, pero no quiero tener hijos, esa es la decisión que tomé.

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